Desde la cosecha, la temperatura y el manejo del etileno son críticos para maximizar la frescura, la calidad y la vida útil.
Los productores de carne se esfuerzan por maximizar la productividad del ganado y reducir los patógenos que causan enfermedades transmitidas por los alimentos.
El estrés por calor en los criaderos, graneros e incubadoras puede causar riesgos para la salud y un rendimiento de producción deficiente.
La prevención de la introducción de toxinas dañinas en los productos lácteos depende de la buena gestión de la temperatura en su almacenamiento y transporte.
Los mariscos son uno de los grupos de alimentos más perecederos y responsables de la mayoría de las enfermedades transmitidas por los alimentos.